Ai no Kusabi

Todo empezó en una ciudad clandestina...una ciudad que se creía no existía.
En esta ciudad todos vivían tranquilamente, hombres y mujeres, pero en estas calles había humanos diferentes, humanos con poderes, hechiceros. Estos eran liderados por un poderoso Hechicero, Fye D' Flourite, quien se encontraba preocupado, pues su raza era escasa y pareciera que se extingiría.
Ante esta situación, Fye decidió hacer el hechizo prohibico, este era simple: Convertir a todos los humanos en hechiceros.
No obstante, a Fye le salió caro hacer este hechizo, pues el coste para realizarlo era su propia vida. Accedió y lo realizó, provocando en la ciudad una nevada intensa, la cual duró un día entero.
En esta nevada, cada humano que tuvo contacto con la nieve se transformó en un Mago, un Hechicero de bajo nivel, pero...esta nevada tuvo un efecto extraño en los humanos de sexo femenino.
Cada mujer, niña, anciana, se volvió un varón, y no solo eso, obtuvieron orejas y cola de gato, así como una habilidad especial, esta nueva raza fue denominada ''Neko Uke'', e increiblemente, pese a la transformación, los Neko Uke eran los únicos capaces de procrear, puesto que conservaban sus organos reproductores.
Pero, este nuevo mundo no se pudo ocultar de los ojos del Dios infernal, quien, obsecionado con Fye, lo vigilaba y cuidaba desde el Makai (mundo infernal), y por ende, observo todo lo que paso. El hecho que Fye muriera enfureció al Dios Infernal, no tanto por el nuevo mundo que había creado, sino por que había perdido a su ''pequeño niño''.
Sin embargo, Fye no murió, su alma quedó atrapada en uno de los tantos millones de copos de nieve que caían aquel día, y este fue asimilado por un pequeño Neko Uke quién se convirtió en la reencarnación de Fye D' Flourite.
Yume, un pequeño Neko Uke se volvió la fuente de poder, puesto que poseía la magía de el hechicero más poderoso de los tiempos, el Dios Infernal descubre a la reencarnación del Hechicero y decide poner un alto, acabar con las nuevas razas...¿Cómo haría esto?...tomando y llevándose a todos los Neko Uke que existían en este maravilloso mundo, enviando a miles de Demonios a capturarlos y llevarlos al Makai, para deleite de su pueblo, mientras el Dios se llevaría a el pequeño Yume, para evitar que este volviese a intentar lo que cuando era Fye, reiniciar el mundo.
Pero, el Dios celestial, quien dominaba los cielos y los santos Ángeles, se enteró de los hechos y de las intenciones de el Dios del infierno, a lo cual mandó miles de Ángeles al mundo para proteger las razas y así conservar estas nuevas formas de vida.
Y la pelea sigue....
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